sábado, 6 de octubre de 2012

2.3. El concepto de nación en Peña Batlle

"…la desnacionalización, la importación
de los problemas sanitarios de Haití
constituyen una amenaza a todo nuestro 
sistema social, a la seguridad pública 
y compromete la autodeterminación territorial 
y jurídica de los dominicanos."
(NÚÑEZ, Manuel) 

            Para tener claro el concepto de nación en Peña Batlle debemos concentrarnos de manera especial en dos de sus textos: El tratado de Basilea y La Isla de la Tortuga, teniendo como material de apoyo la obra “Peña Batlle y el concepto de nación dominicana” de Raymundo González. 

            A lo largo de estos dos textos, El tratado de Basilea y La Isla de la Tortuga, y de manera particular en el capítulo II de la primera obra, podemos notar que Peña Batlle se empeña en elaborar todo el edificio de la formación de la nación dominicana. No obstante, si observamos con detenimiento, podríamos darnos cuenta de que el edificio de la formación de la nación dominicana, Peña Batlle lo construye en referencia a Haití. 

              Por consiguiente, podemos afirmar que el concepto de nación en Peña Batlle aparece como lo opuesto al “otro”, a este “otro” (Haití) que no se puede tomar como modelo porque parece dañino para la noble tradición hispánica de la República Dominicana. Por eso, hay que establecer las diferencias entre el pueblo haitiano y el pueblo dominicano. Y dichas diferencias las cristaliza Peña Batlle a partir de un discurso racial y cultural. De ahí que nuestro autor entienda que para crear una nación hay que establecer los límites de las fronteras. “…La delimitación de la frontera dominico-haitiana, afirma Lil Despradel, fue una tarea de necesidad imperiosa. Había que marcar claramente dónde comenzaba lo dominicano.” 

          A propósito de eso él mismo Peña Batlle afirma: “La historia de nuestro país está estrechamente ligada a sus problemas fronterizos. Para los dominicanos, la frontera, considerada no como expresión geográfica, sino como un estado social, es elemento integrante de nuestra nacionalidad y envuelve en sí problemas substanciales de los cuales depende en enorme proporción el porvenir de la República.” 

            Esa misma idea queda plasmada en la Isla de la Tortuga, como se colige del siguiente texto: “Considero muy útil, en consecuencia, profundizar el estudio del asunto (en referencia al problema fronterizo) para que nos sea posible afrontar estos problemas con cuidado y conciencia, libres de prejuicios, pero debidamente informados sobre el proceso de evolución de los hechos que han determinado en el curso de nuestra historia las situaciones especiales por la que ha atravesado la cuestión fronteriza, para poder estimar con conocimiento de causa requerida, las necesidades que puedan derivarse de tales situaciones.” 

            El análisis y la comprensión del nacionalismo en Peña Batlle nos resultaría imposible sin una mirada previa a la situación histórica en que se encontraba la República Dominicana de su época. Desde sus inicios mismos, Peña Batlle se inclina, en su búsqueda de la identidad nacional, hacia un fundamento conservador. Muchas son las bases de este fundamento conservador, sin embargo una de ellas, y tal vez la más sobre saliente, es el “antihaitianismo”.

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